Proteína C reactiva en las infecciones respiratorias de vías bajas: ¿Qué indica la evidencia?

(Reseña publicada en la WEB de la SEPEAP el 3 de Agosto de 2005)
La PCR fue descubierta en 1930 por William Tillet y Thomas Francis en el Instituto Rockefeller, y debe su nombre a la capacidad para precipitar el polisacárido C del estreptococo pneumonie. Esta proteína pertenece a la familia de las pentatraxinas, posee cinco subunidades idénticas codificadas por un solo gen ubicado en el cromosoma 1, estas unidades se asocian para formar una unidad pentamérica estable, con un peso molecular de aproximadamente 118 KD.
Estructura tridimensional de Proteína C-reactiva humana (PCR. La PCR se sintetiza como un polipéptido de 206 aminoácidos que se pliegan para formar un pentámero de estructura simétrica.
La PCR es un factor importante dentro de los elementos de la respuesta de fase aguda debido a la rapidez de aumento de su concentración en gran variedad de estados inflamatorios o de daño tisular. Se trata del reactante de fase aguda mejor estudiado y que cuenta con mas aplicaciones clínicas en el momento actual. La PCR es sintetizada rápidamente por los hepatocitos en respuesta a la liberación de citoquinas por parte de leucocitos activados llegando a concentraciones de hasta 100 o más veces su valor basal.
La PCR aumenta en:

  • Enfermedades inflamatorias. Artritis reumatoide. Fiebre reumática. Artritis tipo monoartritis y artritis seronegativas. Diferentes espondilitis inflamatorias, la más representativa la anquilosante. Enfermedades inflamatorias vasculíticas con ó sin síntomas articulares. Son muy representativas la polimialgia reumática y las arteritis de células gigantes. Enfermedades inflamatorias en otras localizaciones como las digestivas Crohn y colitis ulcerosa, ó pulmonares como el Wegener. 
  • Necrosis tisular en general por isquemia o infarto. La más representativa el infarto de miocardio que muestra incrementos de PCR a las horas con tendencia a la normalización a los 7 días.
  • Tumores malignos, la evolución de la misma puede ser un buen marcador tumoral. 
  • El rechazo de transplante de órganos ó de médula ósea. 
  • Traumatismos, fracturas ó quemaduras. 
  • Infecciones particularmente las bacterianas, en diferentes localizaciones. Las elevaciones son más modestas en las infecciones víricas. 

Con la finalidad de conocer la utilidad discriminatoria de la PCR entre las infecciones de vías respiratorias bajas e infecciones de vías respiratorias altas y su posible etiología viral o bacteriana, Der Meer van, V, A. K. Neven, P. J. van den Broek, W. J. Assendelft. Diagnostic value of C reactive protein in infections of the lower respiratory tract: systematic review. BMJ 331 (7507):26, 2005, han realizado una revisión sistemática al respecto. Estos autores encuentran 12 ensayos clínicos donde se evalúa la relación de la etiología viral o bacteriana con la elevación de la PCR en neumonías. Encuentran que la PCR es poco sensible y específica para discriminar entre etiología viral o bacteriana en una neumonía. La PCR tampoco discrimina de antemano entre infección respiratoria de vías altas y neumonía. Este estudio viene a cuestionar la utilidad de la PCR como indicador de la etiología bacteriana en una neumonía y la indicación de tratamiento antibiótico basada en este parámetro, utilidad sugerida en algunas guías de práctica clínica.

Dr. José Uberos Fernández

Comentarios